lunes, 25 de julio de 2011

Evolución Humana

Escuela Superior de Formación de Maestros
"Angel Mendoza Justiniano"










1.-Antecedentes
2.-Bipedestación
3.-Tipos de Evolución
4.-Cambios Fisiologicos
5.- Expanción






EVOLUCIÓN DEL HOMBRE

 

La evolución de los humanos modernos se remonta a millones de años. No es fácil rastrearla, ya que las evidencias proceden de hallazgos dispersos sin relación entre si lo que dificulta trazar un cuadro cohesionado. El predominio del Homo sapiens es un hecho relativamente reciente.




http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/act_permanentes/historia/histdeltiempo/mundo/prehis/t_evolu.htm
http://www.portalplanetasedna.com.ar/evolucion.htm


Bipedestación

Los Homininos, primates bípedos, habrían surgido hace unos 6 ó 7 millones de años en África, cuando dicho continente se encontró afectado por una progresiva desecación que redujo las áreas de bosques y selvas. Como adaptación al bioma de sabana aparecieron primates capaces de caminar fácilmente de modo bípedo y mantenerse erguidos (East Side Story) . Más aún, en un medio cálido y con fuerte radiación ultravioleta e infrarroja algunas de las mejores soluciones adaptativas son la marcha bípeda y la progresiva reducción de la capa pilosa, lo que evita el excesivo recalentamiento del cuerpo. Hace 150.000 años el norte de África volvió a sufrir una intensa desertización lo cual significó otra gran presión evolutiva como para que se fijaran los rasgos principales de la especie Homo sapiens.
Para lograr la postura y marcha erecta han tenido que aparecer importantes modificaciones:

 

  • Cráneo. Para permitir la bipedestación, el foramen magnum (u orificio occipital por el cual la médula espinal pasa del cráneo a la raquis) se ha desplazado; mientras en los simios el foramen magnum se ubica en la parte posterior del cráneo, en el Homo sapiens (y en sus ancestros directos) el foramen magnun se ha "desplazado" casi hacia la base del mismo.
  • Columna vertebral. La columna vertebral bastante rectilínea en los simios, en el Homo sapiens y en sus ancestros bípedos ha adquirido curvaturas que permiten soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo, tales curvaturas tienen un efecto "resorte". Por lo demás la columna vertebral ha podido erguirse casi 90º a la altura de la pelvis; si se compara con un chimpancé se nota que al carecer este primate de la curva lumbar, su cuerpo resulta empujado hacía adelante por el propio peso. En la raquis humana el centro de gravedad se ha desplazado, de modo que el centro de gravedad de todo el cuerpo se sitúa encima del soporte que constituyen los pies; al tener el Homo sapiens una cabeza relativamente grande el centro de gravedad corporal es bastante inestable (y hace que al intentar nadar, el humano tienda a hundirse "de cabeza"). Otro detalle; las vértebras humanas son más circulares que las de los simios, esto les permite soportar mejor el peso vertical.


  • Pelvis. La pelvis se ha debido ensanchar, lo cual ha sido fundamental en la evolución de nuestra especie. Los huesos ilíacos de la región pelviana en los Homo sapiens (e inmediatos antecesores) "giran" hacia el interior de la pelvis, esto le permite soportar mejor el peso de los órganos al estar en posición erecta. La citada modificación de la pelvis implica una disminución importante en la velocidad posible de la carrera por parte de los humanos. La bipedestación implica una posición de la pelvis, que hace que las crías nazcan "prematuras": en efecto, el parto humano es denominado ventral acodado ya que existe casi un ángulo recto entre la cavidad abdominal y la vagina que en el pubis de la mujer es casi frontal, si en todos los otros mamíferos el llamado canal de parto es muy breve, en cambio en las hembras de Homo sapiens es muy prolongado y sinuoso, esto hace dificultosos los alumbramientos. Como se verá más adelante, esto ha sido fundamental en la evolución de nuestra especie.

  • Piernas. También para la bipedestación ha habido otros cambios morfológicos muy importantes y evidentes, particularmente en los miembros y articulaciones. Los miembros inferiores se han robustecido, el fémur humano se inclina hacia adentro, de modo que le posibilita la marcha sin necesidad de girar casi todo el cuerpo; la articulación de la rodilla se ha vuelto casi omnidireccional (esto es, puede moverse en diversas direcciones), aunque en los monos -por ejemplo el chimpancé- existe una mayor flexibilidad de la articulación de la rodilla, lo que facilita un mejor desplazamiento por las copas de los árboles, es así que el humano a diferencia de sus parientes más próximos no marcha con las rodillas dobladas.


  • Pies. En los humanos los pies se han alargado, particularmente en el talón, reduciéndose algo los dedos del pie y dejando de ser oponible el "pulgar" del pie (el dedo mayor), en líneas generales el pie ha perdido casi totalmente la capacidad de aprehensión. Se sabe, en efecto, que el pie humano ha dejado de estar capacitado para aferrarse (cual si fuera una mano) a las ramas, pasando en cambio a tener una función importante en el soporte de todo el cuerpo. El dedo mayor del pie tiene una función vital para lograr el equilibrio de los homininos durante la marcha y la postura erecta; en efecto, el pulgar del pie de un chimpancé es transversal, lo que permite al simio aferrarse más fácilmente de las ramas, en cambio el "pulgar" del pie humano, al estar alineado, facilita el equilibrio y el impulso hacia adelante al marchar o correr. Los huesos de los miembros inferiores son relativamente rectilíneos en comparación con los de otros primates.


EVOLUCIÓN DEL CRÁNEO:






El cráneo humano ha cambiado drásticamente durante los últimos 3 millones de años. La evolución desde el Australopithecus hasta el Homo sapiens, significó el aumento de la capacidad craneana (para ajustarse al crecimiento del cerebro), el achatamiento del rostro, el retroceso de la barbilla y la disminución del tamaño de los dientes. Los científicos piensan que el increíble crecimiento de tamaño del cerebro puede estar relacionado con la mayor sofisticación del comportamiento de los homínidos. Los antropólogos, por su parte, señalan que el cerebro desarrolló su alta capacidad de aprendizaje y razonamiento, después de que la evolución cultural, y no la física, cambiara la forma de vida de los seres humanos. 

 Los seres humanos modernos son primates, así como los gorilas, los lemures y los chimpancés. En algún punto de la evolución, el desarrollo humano continuó por un camino distinto. A pesar de que existen muchas similitudes entre los seres humanos y los primates (especialmente con gorilas y chimpancés), hay diferencias fundamentales que atestiguan esa evolución independiente en sus respectivos desarrollos. Esta ilustración de los cráneos de un gorila y un ser humano moderno presenta algunas de estas diferencias. El gorila posee largos caninos y su mandíbula es más prominente que la de los miembros de la línea de los homínidos.

Características Básicas de los Primates:

El nombre de "Primates" fue usado por primera vez por Linneo en 1758 en su ordenación taxonómica de los animales; significa "primeros" en latín. Linneo incluyó en su orden Primates a los humanos, monos antropomorfos, monos del Viejo Mundo y monos del Nuevo Mundo, distinguiéndolos del resto de mamíferos, a los que llamó "Secundates" (segundos).

En el período de hace entre 25 y 5 millones de años va a surgir una nueva línea evolutiva, la de los hominoideos, a partir de un antepasado común al que se ha llamado Procónsul, a partir del cual se van a diversificar los primates extendiéndose además por todo el Viejo Mundo (África, Europa y Asia), surgiendo los antepasados de los gibones, de los orangutanes, de los gorilas y chimpancés, y de la especie humana. De ese período comprendido entre los 25 y los 5 millones de años atrás sabemos muy poco respecto a nuestros antepasados, ya que hemos encontrado muy pocos fósiles, pero en ese período se produjo el afianzamiento de la línea que culminará con los homínidos .
 

Sólo hace 30.000 años que se sabe de la existencia de una especie, el homo sapiens pero si no hubiera perdurado esta especie, hubiera sido otra, como por ejemplo los neanderthales o los homo erectus.





A lo largo de la Historia han vivido más de 6.000 especies de monos, de los cuales, la gran mayoría se ha extinguido y en nuestros días existen alrededor de 120 especies. Los seres humanos y los monos modernos tienen antepasados comunes.

Algunas de esas especies ancestrales se desarrollaron y evolucionaron convirtiéndose en los monos de hoy en día, mientras que otro grupo siguió otra vía evolutiva diferente y se convirtieron en los seres humanos actuales. Saber qué sucedió y cómo es una tarea ardua y complicada. Sobre todo porque todo lo que se conoce es a través de los restos fósiles que se encuentran en los yacimientos.

Si tuviéramos que hacer un gráfico del proceso evolutivo del hombre no recurriríamos a una escalera, sino a una especie de árbol con ramificaciones. Serían distintos los senderos por los que habían ido las diversas especies de homínidos, pero si quisiéramos reconocer al primero que se podría llamar homínido, lo identificaríamos con la aparición del homínido bípedo (que anda sobre dos patas). Ésta es la característica que se asocia a la familia de los homínidos.

El primero existió en África del Este hace seis o siete millones de años. Sería un ser parecido a los simios de entonces, y en cierto modo sería bípedo aunque no completamente, ya que la bipedación se desarrollaría de manera gradual.

Luego este homínido hizo dos salidas desde África. Una primera por el Oriente Próximo y Medio hacia Europa protagonizada por el homo erectus hace 1.800.000 años, y así se pobló con homínidos todo el Viejo Continente. Homo Erectus en Asia, homo Erectus que evolucionarían a hacía neanderthales en Europa y homos erectus en África que evolucionarían hacia homo sapiens.

Posteriormente, unos 200.000 años atrás vuelve a salir de Africa los homo sapiens y desplazan de Asia y Europa a los erectus y neanderthales. Nosotros somos la consecuencia de esta última salida pero aún no se sabe cómo los homo sapiens anularon al resto de especies.





 La evolución humana (u hominización) explica el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística.
El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homininos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace entre 5 y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción de Homo sapiens.






El género Homo :


La mayoría de los científicos aceptan que hay dos grandes grupos, o géneros, de homínidos en los últimos 4 millones de años. Uno de ellos es el género Homo, que apareció hace 2.5 millones de años y que incluye por lo menos tres especies: Homo habilis, Homo erectus, Homo sapiens. Uno de los grandes misterios de los estudiosos de la prehistoria es cuándo, cómo y dónde el género Homo remplazó a los Australopithecus.



Arbol genealógico que representa la posible evolución del hombre. Hace algún tiempo, el diagrama hubiera sido una línea recta, pero en la actualidad los especialistas piensan que la situación fue más compleja.




Los primeros homínidos y el largo camino hacia el hombre:


Diversas fueron las especies que unieron al hombre actual con los primeros homínido.  Las especies que representaron verdaderos saltos evolutivos, es decir, verdaderos momentos de cambio, fueron las siguientes: 


Australopithecus: ("monos del sur") fue el primer homínido bípedo (caminaba en dos patas y podía correr en terreno llano).  Poseía mandíbulas poderosas y fuertes molares.  Largos miembros y pasaban gran parte de su vida en los árboles. Su cerebro tenía un volumen inferior a los 400 centímetros cúbicos.  De aquí se deduce que el andar erguido se produjo mucho antes que la expansión del cerebro.  Su talla no superaría el 1,20 m. de altura y los 30 Kg. de peso. Antigüedad: 4 millones de años







PROCESO EVOLUTIVO DEL HOMBRE
ESQUEMA



Está representado por un grupo de fósiles prehumanos hallados en el sur y el oriente del África. Los más antiguos fósiles tienen aproximadamente 5 millones de años y los más recientes, 1 millón de años. El primer australopithecus fue encontrado en la década de 1960 en África oriental, (Etiopía) y fue llamada Lucy.


 

Lucy vivió en Etiopía hace unos 3,2 millones de años. Fue descubierta por un equipo internacional liderado por Donald Johanson, un experto norteamericano. El 30 de noviembre de 1974, junto al río Awash, Johanson y uno de sus estudiantes, Tom Cray, estaban afanados en la búsqueda de fósiles humanos cuando encontraron una serie de fragmentos óseos de un brazo. Y después de éstos, una mandíbula, más fragmentos de brazo, un fémur y algunas costillas. Pieza a pieza, consiguieron desenterrar más del 40% de un esqueleto.
La llamaron «Lucy«, ya que se trataba de una hembra y, durante el desarrollo de la excavación sonaba el tema de los Beatles «Lucy in the sky with diamonds«.
Medía aproximadamente 1,1 metros de altura, y pesaba en torno a los veintinueve kilos. Cuando publicaron su descubrimiento, Lucy causó verdadera sensación, dado que los científicos pudieron afirmar a partir de la forma de su pelvis que se trataba del simio más antiguo conocido que habría caminado sobre dos pies.
Hasta el descubrimiento de Lucy, los científicos habían asumido que la inteligencia superior de los humanos era lo que les habría inducido a considerar como una buena idea el caminar sobre sus dos extremidades traseras. El bipedismo significaba poder utilizar las manos para fabricar útiles y armas que les ayudaran a sobrevivir.
Lo más sorprendente no era que Lucy pudiera caminar sobre dos de sus extremidades (y ser por tanto una perfecta candidata a antecesora humana), sino que su cabeza no era mucho más grande que la de un chimpancé.
En términos generales, una cabeza de menor tamaño significa un cerebro también menor y, por tanto, menor inteligencia. Lo que Lucy nos estaba diciendo era que la capacidad para caminar erguidos era anterior al desarrollo cerebral de los , posiblemente mucho antes de que tuvieran la posibilidad de considerar las ventajas de ser bípedo. ¿Qué llevó a Lucy a caminar erguida cuando era perfectamente lógico ser cuadrúpeda? ¿Cuál es la ventaja? Los dos pies son igual de rápidos que los cuatro a la hora de escapar de un peligro o perseguir a una presa (piensa en la huida de un ciervo o en la carrera de un guepardo), y es igual de sencillo trepar a los árboles en ambos casos (observa a una ardilla o a un mono). Pero ser bípedo presenta ciertos inconvenientes.
Las hembras tendrían que tener una pelvis mucho más estrecha para poder caminar con comodidad sobre sus extremidades traseras, lo que hace mucho más doloroso y peligroso el parto.

Homo habilis: ("hombre habil") esta especie de homínidos, debieron adoptar una posición mas erguida porque las variaciones climáticas hizo crecer los pastizales y obligó a que se paren sobre sus pies para divisar posibles peligros. Tenían un cerebro más grande, alrededor de 750 centímetros cúbicos. Su característica más importante fue el cambio en su forma de alimentación: ya no sólo comían frutas y  vegetales sino también animales. De cuerpo velludo. Actualmente los investigadores no están de acuerdo sobre si el homo habilis cazaba intencionalmente y fabricaba utensilios para hacerlo. Se cree que podrían haber hablado. Fueron hallados restos fósiles en la Garganta de Olduvai (Tanzania) junto a los primeros utensillos. Antigüedad: 2 millones de años

 
El Homo habilis: La evidencia más clara de los primeros fabricantes de herramientas y de sus descendientes se hallaron en el lecho de un antiguo lago situado en la garganta de Olduvai (Tanzania).
Estas herramientas se han datado en unos 1,8 ma. Y fueron construidas por Homo habilis, el «hombre hábil», que dejó lo que podrían ser restos de un campamento junto a un lago, incluida una pequeña cantidad de útiles de piedra y huesos rotos de animales. Probablemente dormía en los árboles, a resguardo de leones y otros animales peligrosos. En su entorno, rico en depredadores, los humanos eran tanto cazadores como presas. Los indicios de Olduvai sugieren que Homo habilis ya despedazaba parte de los restos de los animales que carroñeaba.
Homo habilis usó la tecnología lítica más simple, perfeccionada por H. erectus para crear hachas y herramientas cortantes de piedra para tareas como el desolle de animales. Los neanderthales fueron los primeros en montar raspadores, puntas de lanza y cuchillos en mangos de madera. Los humanos modernos desarrollaron  tecnologías más sofisticadas al perforar las caras de lajas de piedra trabajadas cuidadosamente y convirtieron esas hojas en raspadores, buriles y taladros para trabajar cuerno, hueso y cuero. Tras la última glaciación , los cazadores añadieron a sus flechas pequeñas barbas.
Homo Habilis tenía un cerebro unas cuatro veces más grande de lo que correspondería a su tamaño y peso. Pero un cerebro mayor conlleva un mayor consumo de energía. Para poner en marcha nuestros cerebros necesitamos unos veinte vatios, o 400 calorías por día —o, lo que es lo mismo, un 20 por 100 de nuestro consumo total de energía sólo para poder pensar. Esto nos lleva a una verdadera espiral evolutiva. Los cerebros de mayor tamaño necesitan una buena cantidad de energía, y el mejor modo de hacerse con ella es comiendo carne. El medio más productivo de conseguir carne es cazando, y para ello qué mejor que hacer uso de útiles y armas. Aquellas criaturas mejor adaptadas para la fabricación de tales herramientas eran las dotadas con cerebros de mayor tamaño.
Fue sobre esa época cuando apareció el que podría considerarse el primer humano auténtico: Homo ergaster, dotado de un gran cerebro, con la frente inclinada, arcos superciliares prominentes y unas extremidades robustas similares a las de los humanos modernos. Este recién llegado era más cazador que carroñero.
Homo ergaster estaba estrechamente relacionado con Homo erectus, el primer humano que se extendió de África tropical a Europa y Asia como parte de una expansión general de mamíferos y sus depredadores ocurrida hace unos 1,8 ma.
Homo erectus: ("hombre erguido") Tambien llamado Pithecanthropus Erectus. Algunos lo consideraron el representante directo del hombre, pero hoy se sabe que muchos austratopithecus anteriores poseían rasgos semejantes.  Son los primeros homínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta, llegando hasta el sudeste y este de Asia. Cuerpo alto, espesa cejas y gran musculatura. Poseían un cerebro mayor que el del homo habilis: alrededor de 1.100 centímetros cúbicos.  Descubrieron el uso del fuego y fabricaron la primera hacha de mano.  El primer homo erectus fue encontrado en Java (Oceanía) a fines del siglo pasado.  El hallazgo de restos de homínidos de esta especie en las cavernas de Pekín permitió la reconstrucción de algunos aspectos de su vida. Antigüedad: 1.5 millones de añosHomo sapiens: ("hombre racional") vivió en Europa, en África y en Asia.  Los hallazgos arqueológicos reflejan cambios importantes en el comportamiento de esta especie: utilización de instrumentos de piedra y hueso más trabajados, cambios en las formas de cazar, uso y dominio del fuego, empleo del vestido, aumento en el tamaño de las poblaciones, manifestaciones rituales y artísticas.  El representante del homo sapiens más antiguo es el hombre de Neanderthal (Alemania).



EL INICIO: LOS PRIMATES Aegyptopithecus, una especie de mono que podía andar a cuatro patas en el suelo y que vivió en lo que hoy es Egipto hace unos 30 millones de años, cuando estaban desapareciendo las selvas que hasta entonces habían cubierto toda África.



El grupo de los primates tienen características anatómicas QUE poseen ciertos rasgos que en su conjunto permiten identificarlos. Como características de los primates se pueden mencionar:
* Manos y pies con cinco dedos
* Pies plantígrados.
* Pulgar oponible en manos y pies (algunas especies, como el hombre, han perdido la capacidad de oponer el pulgar del pie).
* Clavículas presentes.
* Uñas planas en lugar de garras (en la gran mayoría de las especies).
* Visión a color (en la gran mayoría de las especies).
* Articulaciones del hombro y del codo bien desarrolladas. * Hemisferios cerebrales bien desarrollados.
* Visión binocular (en diferentes grados).
* Órbitas oculares rodeadas de hueso.

Migraciones prehistóricas de Homo sapiens:


Junto a los hallazgos arqueológicos, los principales indicadores de la expansión del ser humano por el planeta son el ADN mitocondrial y el cromosoma Y, que son característicos de la descendencia por línea materna y paterna respectivamente.
Los humanos ya habrían comenzado a salir de África unos 90.000 años antes del presente; colonizando para esas fechas el
levante (Estos restos fósiles han sido atribuibles a tempranos Homo sapiens, pero su relación real con los humanos modernos es muy discutible).[17]




Australia y Nueva Guinea: la Línea de Wallace no significó para los Homo sapiens un límite insuperable para acceder a esta región. La llegada de humanos a Australia se data hace unos 50.000 años cuando pudieron fabricar rústicas almadías o balsas de juncos para atravesar el estrecho que separaba a Sahul de la región de la Sonda.
Europa: comenzó a ser colonizada hace sólo unos 40.000 años, se supone que durante milenios el desierto de
Siria resultaba una barrera infranqueable desde África hacia Europa, por lo que habría resultado más practicable una migración costera desde las costas de Eritrea a las costas yemeníes y de allí al subcontinente indio. La expansión por Europa coincide con la extinción de su coetáneo de entonces, el hombre de Neandertal.
Oceanía: la colonización de estas islas más próximas a Eurasia se habría iniciado hace unos 50.000 años, pero la expansión por esta
MUG (macro-unidad geográfica) fue muy lenta y gradual, y hace unos 5.000 años pueblos austronesios comenzaron una efectiva expansión por Oceanía, aunque archipiélagos como el de Hawái y Nueva Zelanda no estaban aún poblados por seres humanos hace 2.000 o 1.500 años (esto requirió el desarrollo de una apropiada técnica naval y conocimientos suficientes de náutica).
América: la
llegada del hombre a América, se habría iniciado hace unos 20.000 o, al menos, 15.000 años, aunque no hay consenso al respecto. Durante las glaciaciones el nivel de los océanos desciende al grado que el "Viejo Mundo" y el "Nuevo Mundo" forman un megacontinente unido por el Puente de Beringia.
Antártida: ha sido la última
MUG descubierta por el español Gabriel de Castilla (1603), siendo poblada desde 1904, y con población nativa desde 1978 (población chilena).











viernes, 20 de agosto de 2010

Carreras De la ESFMAMJ

BIOLOGIA




El término biología se acuña durante la Ilustración por parte de dos autores (Lamarck y Treviranus) que, simultáneamente, lo utilizan para referirse al estudio de las leyes de la vida. El neologismo fue empleado por primera vez en Francia en 1802, por parte de Jean-Baptiste Lamarck en su tratado de Hidrogeología. Ignoraba que, en el mismo año, el naturalista alemán Treviranus había creado el mismo neologismo en una obra en seis tomos titulada Biología o Filosofía de la naturaleza viva: "la biología estudiará las distintas formas de vida, las condiciones y las leyes que rigen su existencia y las causas que determinan su actividad."






No obstante, a pesar de la reciente acuñación del término, la biología tiene una larga historia como disciplina.






Principios de la biología


A diferencia de la física, la biología no suele describir sistemas biológicos en términos de objetos que obedecen leyes inmutables descritas por la matemática. No obstante, se caracteriza por seguir algunos principios y conceptos de gran importancia, entre los que se incluyen la universalidad, la evolución, la diversidad, la continuidad, la homeóstasis y las interacciones.






Universalidad: bioquímica, células y el código genético


Artículo principal: Vida






Representación esquemática de la molécula de ADN, la molécula portadora de la información genética.Hay muchas constantes universales y procesos comunes que son fundamentales para conocer las formas de vida. Por ejemplo, todas las formas de vida están compuestas por células, que están basadas en una bioquímica común, que es la química de los seres vivos. Todos los organismos perpetúan sus caracteres hereditarios mediante el material genético, que está basado en el ácido nucleico ADN, que emplea un código genético universal. En la biología del desarrollo la característica de la universalidad también está presente: por ejemplo, el desarrollo temprano del embrión sigue unos pasos básicos que son muy similares en mucho organismos metazoo.






Evolución: el principio central de la biología


Artículo principal: Evolución biológica


Uno de los conceptos centrales de la biología es que toda vida desciende de un antepasado común que ha seguido el proceso de la evolución. De hecho, ésta es una de las razones por la que los organismos biológicos exhiben una semejanza tan llamativa en las unidades y procesos que se han discutido en la sección anterior. Charles Darwin conceptualizó y publicó la teoría de la evolución en la cual uno de los principios es la selección natural (a Alfred Russell Wallace se le suele reconocer como codescubridor de este concepto). Con la llamada síntesis moderna de la teoría evolutiva, la deriva genética fue aceptada como otro mecanismo fundamental implicado en el proceso.


HISTORIA


La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales.[1] Se denomina también historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.






Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, historia en el lenguaje usual es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras.[2] [3] En medicina se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso a su herencia genética.






A su vez, llamamos historia al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una historia natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales; las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y la arqueología son imprecisas, a través de la paleoantropología).






Ese uso del término historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo.[4] En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la historia misma (véase tiempo histórico) y para el tiempo mismo (véase Historia del Tiempo de Stephen Hawking, libro de divulgación sobre cosmología).



Historia como ciencia


Véanse también: Historiografía y Método histórico


Dentro de la popular división entre ciencias y letras o humanidades, se tiende a clasificar a la historia entre las disciplinas humanísticas junto con otras ciencias sociales (también denominadas ciencias humanas); o incluso se le llega a considerar como un puente entre ambos campos, al incorporar la metodología de éstas a aquéllas.[5] La ambigüedad de esa división del conocimiento humano, y el cuestionamiento de su conveniencia, ha llevado al llamado debate de las dos culturas.






No todos los historiadores aceptan la identificación de la historia con una ciencia social, al considerarla una reducción en sus métodos y objetivos, comparables con los del arte si se basan en la imaginación (postura adoptada en mayor o menor medida por Hugh Trevor-Roper, John Lukacs, Donald Creighton, Gertrude Himmelfarb o Gerhard Ritter). Los partidarios de su condición científica son la mayor parte de los historiadores de la segunda mitad del siglo XX y del siglo XXI (incluyendo, de entre los muchos que han explicitado sus preocupaciones metodológicas, a Fernand Braudel, E. H. Carr, Fritz Fischer, Emmanuel Le Roy Ladurie, Hans-Ulrich Wehler, Bruce Trigger, Marc Bloch, Karl Dietrich Bracher, Peter Gay, Robert Fogel, Lucien Febvre, Lawrence Stone, E. P. Thompson, Eric Hobsbawm, Carlo Cipolla, Jaume Vicens Vives, Manuel Tuñón de Lara o Julio Caro Baroja). Buena parte de ellos, desde una perspectiva multidisciplinar (Braudel combinaba historia con geografía, Bracher con ciencia política, Fogel con economía, Gay con psicología, Trigger con arqueología), mientras los demás citados lo hacían a su vez con las anteriores y con otras, como la sociología y la antropología. Esto no quiere decir que entre ellos hayan alcanzado una posición común sobre las consecuencias metodológicas de la aspiración de la historia al rigor científico, ni mucho menos que propongan un determinismo que (al menos desde la revolución einsteniana de comienzos del siglo XX) no proponen ni las llamadas ciencias duras.[6] Por su parte, los historiadores menos proclives a considerar científica su actividad tampoco defienden un relativismo estricto que imposibilitaría de forma total el conocimiento de la historia y su transmisión; y de hecho de un modo general aceptan y se somenten a los mecanismos institucionales, académicos y de práctica científica existentes en historia y comparables a los de otras ciencias (ética de la investigación, publicación científica, revisión por pares, debate y consenso científico, etc.).






La utilización que hace la historia de otras disciplinas como instrumentos para obtener, procesar e interpretar datos del pasado permite hablar de ciencias auxiliares de la historia de metodología muy diferente, cuya subordinación o autonomía depende de los fines a los que estas mismas se apliquen.






Historia como disciplina académica


El registro de anales y crónicas fue en muchas civilizaciones un oficio ligado a un cargo institucional público, controlado por el estado. Sima Qian (denominado padre de la Historia en la cultura china) inauguró en esa civilización los registros históricos oficiales burocratizados (siglo II a. C.). La crítica del musulmán Ibn Jaldún (Muqaddima -Prolegómenos a la Historia Universal-, 1377) a la manera tradicional de hacer historia no tuvo consecuencias inmediatas, siendo considerado un precedente de la renovación de la metodología de la historia y de la filosofía de la historia que no se inició hasta el siglo XIX, fruto de la evolución de la historiografía en Europa Occidental. Entre tanto, los cronistas oficiales castellanos y de Indias dieron paso en la España ilustrada del siglo XVIII a la fundación de la Real Academia de la Historia; instituciones similares existen en otros países.[7]






Véanse también: Cronista y Historiografía#Historia de la Historia


La docencia de la historia en la enseñanza obligatoria fue una de las bases de la construcción nacional desde el siglo XIX,[8] proceso simultáneo a la proliferación de las cátedras de historia en las universidades (inicialmente en las facultades de letras o Filosofía y Letras, y con el tiempo, en facultades propias o de Geografía e Historia -disciplinas cuya proximidad científica y metodológica es una característica de la tradición académica francesa y española-)[9] y la creación de todo tipo de instituciones públicas[10] y privadas (clubes históricos o sociedades históricas, muy habitualmente medievalistas, respondiendo al historicismo propio del gusto romántico, empeñado en la búsqueda de elementos de identificación nacional); así como publicaciones dedicadas a la historia.






Artículo principal: Revista de historia


En la enseñanza media de la mayor parte de los países, los programas de historia se diseñaron como parte esencial del currículo. En especial la agregación de historia presente en los lycées franceses desde 1830 adquirió con el tiempo un prestigio social incomparable con los cargos similares en otros sistemas educativos y que caracterizó el elitismo de la escuela laica republicana hasta finales del siglo XX.






A ese proceso de institucionalización, siguió la especialización y subdivisión de la disciplina con diferentes sesgos temporales (de cuestionable aplicación fuera de la civilización occidental: historia antigua, medieval, moderna, contemporánea -estas dos últimas, habituales en la historiografía francesa o española, no suelen subdividirse en la historiografía anglosajona: en:modern era-), espaciales (historia nacional, regional, local, continental -de África, de Asia, de América, de Europa, de Oceanía-), temáticos (historia política, militar, de las instituciones, económica y social, de los movimientos sociales y de los movimientos políticos, de las civilizaciones, de las mujeres, de la vida cotidiana, de las mentalidades, de las ideas, cultural), historias sectoriales ligadas a otras disciplinas (historia del arte, de la música, de las religiones, del derecho, de la ciencia, de la medicina, de la economía, de la ciencia política, de las doctrinas políticas, de la tecnología), o centrada en cualquier tipo de cuestión particular (historia de la electricidad, de la democracia, de la Iglesia, de los sindicatos, de los sistemas operativos, de las formas -literarias de la Biblia-, etc). Ante la atomización del campo de estudio, también se han realizado distintas propuestas que consideran la necesidad de superar esas subdivisiones con la búsqueda de una perspectiva holística (historia de las civilizaciones e historia total) o su enfoque inverso (microhistoria).


MATEMATICAS


Las matemáticas o la matemática (del lat. mathematĭca, y éste del gr. μαθηματικά, derivado de μάθημα, conocimiento) es una ciencia que, partiendo de axiomas y siguiendo el razonamiento lógico, estudia las propiedades y relaciones cuantitativas entre los entes abstractos (números, figuras geométricas, símbolos).[2] Mediante las matemáticas conocemos las cantidades, las estructuras, el espacio y los cambios. Los matemáticos buscan patrones,[3] [4] formulan nuevas conjeturas e intentan alcanzar la verdad matemática mediante rigurosas deducciones. Éstas les permiten establecer los axiomas y las definiciones apropiados para dicho fin.[5]






Existe cierto debate acerca de si los objetos matemáticos, como los números y puntos, realmente existen o si provienen de la imaginación humana. El matemático Benjamin Peirce definió las matemáticas como "la ciencia que señala las conclusiones necesarias".[6] Por otro lado, Albert Einstein declaró que "cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad".[7]






Mediante la abstracción y el uso de la lógica en el razonamiento, las matemáticas han evolucionado basándose en las cuentas, el cálculo y las mediciones, junto con el estudio sistemático de la forma y el movimiento de los objetos físicos. Las matemáticas, desde sus comienzos, han tenido un fin práctico (véase: Historia de la matemática). Las explicaciones que se apoyaban en la lógica aparecieron por primera vez con la matemática helénica, especialmente con los Elementos de Euclides. Las matemáticas siguieron desarrollándose, con continuas interrupciones, hasta que en el Renacimiento las innovaciones matemáticas interactuaron con los nuevos descubrimientos científicos. Como consecuencia, hubo una aceleración en la investigación que continúa hasta la actualidad.






Hoy en día, las Matemáticas se usan en todo el mundo como una herramienta esencial en muchos campos, entre los que se encuentran las ciencias naturales, la ingeniería, la medicina y las ciencias sociales, e incluso disciplinas que, aparentemente, no están vinculadas con ella, como la música (por ejemplo, en cuestiones de resonancia armónica). Las matemáticas aplicadas, rama de las matemáticas destinada a la aplicación de los conocimientos matemáticos a otros ámbitos, inspiran y hacen uso de los nuevos descubrimientos matemáticos y, en ocasiones, conducen al desarrollo de nuevas disciplinas. Los matemáticos también participan en las matemáticas puras, sin tener en cuenta la aplicación de esta ciencia, aunque las aplicaciones prácticas de las matemáticas puras suelen ser descubiertas con el paso del tiempo.[


Etimología


La palabra "matemática" (del griego μαθηματικά, «lo que se aprende») viene del griego antiguo μάθημα (máthēma), que quiere decir «campo de estudio o instrucción». El significado se contrapone a μουσική (musiké) «lo que se puede entender sin haber sido instruido», que refiere a poesía, retórica y campos similares, mientras que μαθηματική se refiere a las áreas del conocimiento que sólo pueden entenderse tras haber sido instruido en las mismas (astronomía, aritmética).[9] Aunque el término ya era usado por los pitagóricos en el siglo VI a. C., alcanzó su significado más técnico y reducido de "estudio matemático" en los tiempos de Aristóteles (siglo IV a. C.). Su adjetivo es μαθηματικός (mathēmatikós), "relacionado con el aprendizaje", lo cual, de manera similar, vino a significar "matemático". En particular, μαθηματική τέχνη (mathēmatikḗ tékhnē; en latín ars mathematica), significa "el arte matemática".






La forma plural matemáticas viene de la forma latina mathematica (Cicerón), basada en el plural en griego τα μαθηματικά (ta mathēmatiká), usada por Aristóteles y que significa, a grandes rasgos, "todas las cosas matemáticas".






Historia




Instrumentos para


cálculos matemáticos Antiguos


Ábaco


Ábaco de Napier


Regla de cálculo


Regla y compás


Cálculo mental


Nuevos


Calculadoras


Ordenadores:


(Lenguajes de programación


software especializado)


La evolución de la matemática puede ser considerada como el resultado de un incremento de la capacidad de abstracción del hombre o como una expansión de la materia estudiada. Los primeros conceptos abstractos utilizados por el hombre, aunque también por muchos animales,[10] fueron probablemente los números. Esta noción nació de la necesidad de contar los objetos que nos rodeaban.






Desde el comienzo de la historia, las principales disciplinas matemáticas surgieron de la necesidad del hombre de hacer cálculos con el fin de controlar los impuestos y el comercio, comprender las relaciones entre los números, la medición de terrenos y la predicción de los eventos astronómicos. Estas necesidades están estrechamente relacionadas con las principales propiedades que estudian las matemáticas — la cantidad, la estructura, el espacio y el cambio. Desde entonces, las matemáticas han tenido un profuso desarrollo y se ha producido una fructífera interacción entre las matemáticas y la ciencia, en beneficio de ambas. Diversos descubrimientos matemáticos se han sucedido a lo largo de la historia y se continúan produciendo en la actualidad.






Además de saber contar los objetos físicos, los hombres prehistóricos también sabían cómo contar cantidades abstractas como el tiempo (días, estaciones, años, etc.) Asimismo empezaron a dominar la aritmética elemental (suma, resta, multiplicación y división).










Un quipu, utilizado por los Incas para registrar los números.Los siguientes avances requirieron la escritura o algún otro sistema para registrar los números, tales como los tallies o las cuerdas anudadas —denominadas quipu —, que eran utilizadas por los Incas para almacenar datos numéricos. Los sistemas de numeración han sido muchos y diversos. Los primeros escritos conocidos que contienen números fueron creados por los egipcios en el Imperio Medio, entre ellos se encuentra el Papiro de Ahmes. La Cultura del valle del Indo desarrolló el moderno sistema decimal, junto con el concepto de cero.






Los antiguos babilonios utilizaban el sistema sexagesimal, escala matemática que tiene por base el número sesenta. De este sistema la humanidad heredó la división actual del tiempo: el día en veinticuatro horas - o en dos períodos de doce horas cada uno -, la hora en sesenta minutos y el minuto en sesenta segundos. Los árabes proporcionaron a la cultura europea su sistema de numeración, que reemplazó a la numeración romana. Este sistema prácticamente no se conocía en Europa antes de que el matemático Leonardo Fibonacci lo introdujera en 1202 en su obra Liber abbaci (Libro del ábaco). En un principio los europeos tardaron en reaccionar, pero hacia finales de la Edad Media habían aceptado el nuevo sistema numérico, cuya sencillez estimuló y alentó el progreso de la ciencia.


Los números mayas del 0 al 19.Los mayas desarrollaron una avanzada civilización precolombina, con avances notables en la matemática, empleando el concepto del cero, y en la astronomía, calculando con bastante precisión los ciclos celestes.


FILOSOFIA


La filosofía (del latín philosophĭa, y éste del griego antiguo φιλοσοφία, 'amor por la sabiduría')[1] es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.[2] [3] Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, la mitología y ciertas formas de religión por su énfasis en los argumentos racionales,[4] y de la ciencia experimental porque generalmente lleva adelante sus investigaciones de una manera no empírica, sea mediante la especulación, el análisis conceptual, los experimentos mentales u otros métodos a priori.






La tradición filosófica occidental comenzó en la Antigua Grecia y se desarrolló principalmente en Occidente.[5] El término «filosofía» es originario de Occidente, y su creación ha sido atribuida al pensador griego Pitágoras.[6] Su popularización se debe en gran parte a los trabajos de Platón y Aristóteles. En sus diálogos, Platón contrapuso a los filósofos con los sofistas: los filósofos eran quienes se dedicaban a buscar la verdad, mientras que los sofistas eran quienes arrogantemente afirmaban poseerla, ocultando su ignorancia detrás de juegos retóricos o adulación, convenciendo a otros de algo infundado o falso, y cobrando además por enseñar a hacer lo mismo.[5] Aristóteles, por su parte, adoptó esta distinción de su maestro, extendiéndola junto con su obra a toda la tradición occidental posterior.






La filosofía occidental ha tenido una profunda influencia y se ha visto profundamente influida por la ciencia, la religión y la política occidentales.[7] Algunos conceptos fundamentales de estas disciplinas todavía se pueden pensar como conceptos filosóficos. En épocas anteriores, estas disciplinas eran consideradas parte de la filosofía. Así, en Occidente, la filosofía era una disciplina muy extensa. Hoy, sin embargo, su alcance es más restringido y se caracteriza por ser una disciplina más fundamental y general que cualquier otra.


LITERATURA


Significado del término



 En sentido estricto



En el Diccionario de Autoridades (1734), Literatura es el conocimiento y ciencias de las letras. Etimológicamente deriva de la palabra latina LITTERA, que significa "letras". En el siglo dieciséis en España, Literatura designaba a los manuscritos legales, y a las artes y las letras. En el Diccionario de la Real Academia Española, (1992) el término se aplica al arte que emplea como instrumento la palabra, que comprende las obras con una intención estética. En el Diccionario de Uso del Español de María Moliner se define como el «arte que emplea como medio de expresión la palabra hablada o escrita» y, como segunda acepción, conjunto de obras literarias.









De acuerdo con el Diccionario Internacional de Literatura y Gramática Filosófica de Guido Gómez, la palabra literatura se refiere a los escritos imaginativos o de creación de autores que han hecho de la escritura una forma excelente de expresar ideas de interés general y permanente.









En sentido amplio



1.El conjunto de obras escritas de ficción con una finalidad lúdica.



2.Producciones escritas por autores–creadores y avaladas por la crítica literaria.



3.Clase de escritos que se distinguen por su belleza de estilo o expresión, su preocupación por la forma, a diferencia de los tratados científicos o trabajos en los que es prioritario el contenido sobre la preocupación estética.



4.Arte que crea belleza por medio de las palabras. Es una de las Bellas Artes, junto con la Arquitectura, la Escultura, la Pintura, la Música, la Declamación y la Danza.



5.Conjunto de obras literarias producidas en una época: Literatura barroca, literatura romántica...



6.Bibliografía existente acerca de un tema específico.



7.Compendio de obras literarias de un país o de una nación a través de la historia .



8.En su más amplia acepción, por literatura se entiende todo lo relacionado con las letras, particularmente las escritas, y podría definirse como "el conjunto de la producción escrita"; "alles was geschrieben ist, ist literatur" (todo lo que esta escrito, es literatura).



 La Literatura



En el siglo XVII, lo que hoy denominamos «literatura» se designaba como poesía o elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso. A comienzos del siglo XVIII se comenzó a emplear la palabra «literatura» para referirse a un conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A mediados de la misma centuria Lessing, publica Briefe die neueste Literatur betreffend, donde se utiliza «literatura» para referirse a un conjunto de obras literarias. A finales del siglo XVIII, el significado del término literatura se especializa, restringiéndose a las obras literarias de reconocida calidad estética. Este concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel, Eléments de littérature (1787), y en la obra de Mme. De Staël, De la littérature considéré dans se rapports avec les institutions sociales.









En Inglaterra, en el siglo XVIII Literatura, la palabra «literatura» no se refería solamente a los escritos de carácter creativo e imaginativo, sino que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas: cabían en ella desde la filosofía a los ensayos, pasando por las cartas y la poesía. Se trataba de una sociedad en la que la novela tenía mala reputación, y se cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton sugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVIII eran ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida. No se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas.[1] En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra «poesía» como un producto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria del inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de Shelley. En la Inglaterra del Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de «visionario» o «creativo». Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley, para quienes se transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la fuerza o el arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una producción vulgar carente de inspiración.









 La literatura se define por su literariedad









Don Quijote y Sancho Panza, personajes de Don Quijote de la Mancha.En la búsqueda de una definición precisa de los conceptos «literatura» y «literario», surgió la disciplina de la Teoría de la Literatura, que empieza por delimitar su objeto de estudio; la literatura. A comienzos del siglo XX, el formalismo ruso se interesa por el fenómeno literario, e indaga sobre los rasgos que definen y caracterizan los textos literarios, i. e., sobre la literaturidad de la obra. Roman Jakobson plantea que la literatura, entendida como mensaje literario, tiene particularidades en la forma que la hacen diferente a otros discursos; ese especial interés por la forma es lo que Jakobson llama función poética, por la que la atención del emisor recae sobre la forma del mensaje (o, lo que es lo mismo, hay por parte del emisor una voluntad de estilo). En efecto, hay determinadas producciones lingüísticas cuya función es únicamente proporcionar placer, un placer de naturaleza estética, en línea con el pensamiento aristotélico. El lenguaje combinaría recurrencias (repeticiones) y desvíos de la norma para alejarse de la lengua estándar, causar extrañeza, renovarse, impresionar la imaginación y la memoria y llamar la atención sobre su forma expresiva.









El lenguaje literario sería un lenguaje estilizado y trascendente, destinado a la perdurabilidad, muy diferente de la lengua de uso común, destinada a su consumo inmediato. La literatura, por otra parte, exige una tradición en la que sustentarse: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha no habría podido escribirse si no hubieran existido antes los libros de caballerías. Un texto literario no puede estimarse de forma inmanente y autónoma, sino como consecuencia de otros muchos textos y antecedente de otros (véase intertextualidad).









Wolfgang Kayser, a mediados del siglo XX, planea cambiar el término «Literatura» por el de «Belles Lettres», diferenciándolas del habla y de los textos no literarios, en el sentido de que los textos literario–poéticos son un conjunto estructurado de frases portadoras de un conjunto estructurado de significados, donde los significados se refieren a realidades independientes del que habla, creándose así una objetividad y unidad propia.

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